Las empresas de seguridad privada de Madrid contra el terrorismo
Vigilantes de seguridad preparados para cualquier intervención
Lamentablemente nos estamos acostumbrado a las nuevas formas de terrorismo que se están extendiendo por todo el mundo. El auge de fanatismos religiosos y otro tipo de fundamentalismos está propiciando que tengamos que adaptarnos a nuevas amenazas cada vez más destructivas y más difíciles de contrarrestar.
Los últimos acontecimientos en París y Bruselas nos indican la magnitud de los nuevos peligros que nos acechan. Ahora los terroristas son capaces de morir detonándose a sí mismos explosivos para producir el mayor daño a los demás. Esto es algo relativamente reciente y todos debemos estar preparados para intentar cerrar las puertas a los terroristas. Las empresas de seguridad privada en Madrid no son una excepción en la lucha contra el terrorismo global.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cada vez están más preparados para luchar contra la amenaza terrorista del yihadismo que está golpeando con dureza en Europa y otros países árabes. Cuando se produce un atentado es de vital importancia saber lo que hacer en todo momento y ceñirse a protocolos que puedan garantizar una intervención rápida y eficaz en el lugar y así evitar el mayor número de víctimas posibles.
Dependiendo de la situación se puede llevar a cabo una intervención o un asalto si los terroristas están en un lugar cerrado, pero la decisión debe ser inminente, calculando todas las variables posibles y los riesgos que supondría para los agentes que intervienen y para las personas que se encuentran en el emplazamiento y alrededores.
Recomendaciones
La policía ha dado una serie de recomendaciones para todos los profesionales de la este sector, incluidas las empresas de protección privada de Madrid y cualquier otra ciudad española. En primer lugar es importante alejarse del foco donde ha ocurrido la explosión, siempre de manera calmada, rápida pero sin correr. Después, los vigilantes privados deben proceder al desalojo del edificio o local donde se encuentren, ciñéndose al plan de emergencias que existe a tal efecto.
Cuando sea posible, y si las circunstancias lo permiten, es muy importante intentar abrir puertas y ventanas para la salida de humos y gases tóxicos, así como el corte de los suministros básicos como el gas y la electricidad. Uno de los consejos básicos que todos deberíamos conocer es la no utilización de los ascensores en cualquier situación de emergencia y más si cabe en caso de atentado terrorista.
En situaciones límite como esta, donde el caos y la confusión se apoderan de todos, es importante que los vigilantes de seguridad estén atentos a las indicaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los servicios de emergencia que estén al mando, ya que son los únicos que tienen bajo control la situación y los que pueden tomar decisiones por el bien común. Por tanto es importante mantener un diálogo con los jefes policiales o los encargados de la operación para informar a los empleados o personas que estemos protegiendo en ese momento.
Los vigilantes deben estar preparados
Otro aspecto a tener en cuenta es no regresar al edificio una vez que ha sido desalojado. Muchas personas pueden recordar que olvidaron algo importante en la oficina e intentar entrar sin consultar con nadie. En estos casos es importante estar atentos y controlar a todas las personas en un punto para evitar este tipo de situaciones. A veces se cometen imprudencias que pueden provocar situaciones de peligro que podrían evitarse con un poco de organización y sentido común. Solo en el caso de que los profesionales autoricen la entrada al edificio afectado, podrá efectuarse.
Puede ocurrir que se espere una explosión inminente sin tiempo para desalojar el edificio. En este caso es importante alejarse en la medida de lo posible y arrastrarnos boca abajo ya que en caso de explosión la onda expansiva no tendrá la capacidad de golpearnos, así como la metralla o cascotes proyectados. Si la explosión ocurre durante la evacuación es preciso ponerse a cubierto de escombros y cristales y mantener la calma.
La labor de los agentes de protección privada puede ser vital para abandonar ordenadamente el edificio y evitar que cunda el pánico entre la gente, por supuesto sin utilizar los ascensores y evitando que alguien regrese a por algún objeto personal olvidado. Tampoco es recomendable activar interruptores ni abrir puertas demasiado calientes. Una vez en el exterior se debe tener especial cuidado con la posible caída de cascotes o cristales de las plantas del edificio.
Estas recomendaciones están indicadas no solo para los profesionales sino también para cualquier persona, ya que el hecho de conocer estas medidas puede ayudar para que entre todos se produzca una evacuación o una actuación correcta en cualquier situación de emergencia.
Desde Tres Punto Uno queremos aportar nuestro granito de arena para luchar contra el terrorismo aportando nuestra experiencia y la cualificación de nuestros agentes para actuar con toda la profesionalidad posible en situaciones de riesgo.
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