La obtención y aplicación de inteligencia en la seguridad puede marcar una diferencia en las empresas de seguridad privada, tanto en Madrid como en cualquier otra ciudad. Se trata de actividades reservadas que hacen de la discreción una virtud y una ventaja para quienes contratan los servicios de las mejores empresas de seguridad privada.

La inteligencia es el proceso y el conjunto de informaciones recopiladas con las que se planifican actividades de diferentes tipos y para fines muy diversos. El uso de inteligencia se ha popularizado para salir de su campo de actividad más conocido, el militar, y extenderse como apoyo al conocimiento en ámbitos tan distintos como el de la ingeniería, las ciencias de la comunicación, la biología e incluso la política.

La inteligencia es un campo en rápido desarrollo que permite adelantarse a condiciones futuras a partir de los datos que revelan informaciones recopiladas con criterios profesionales. La inteligencia representa la base de toda estrategia.

La inteligencia militar clásica representa la base sobre la que se apoyan las acciones bélicas que incluye el conocimiento del enemigo y su potencialidad, pero también los órdenes de batalla, las capacidades tecnológicas, el estado de su entrenamiento, el de sus bases, sus comunicaciones y un largo etcétera.

La inteligencia siempre ha sido una de las claves del trabajo más eficaz de la seguridad privada. Sin embargo, el desarrollo exponencial de las aplicaciones tecnológicas de los últimos años, las relaciones comerciales impulsadas por la globalización y las amenazas asimétricas de diferente intensidad del terrorismo contemporáneo han colocado los servicios de la seguridad privada, como a las fuerzas y cuerpos de seguridad, en otro nivel para atender  las necesidades de protección de empresas e instituciones.

Inteligencia de calidad

La inteligencia en la seguridad privada, de calidad, bien diseñada y mejor estructurada, permite adelantarse a las intenciones de terceros y ofrece garantías para la detección temprana de amenazas. En seguridad privada, a estos procesos de búsqueda y selección de información se les conoce como ciclos de inteligencia. Ciclos de inteligencia con los que se clasifican datos clave, se contrastan, se procesan según unos protocolos específicos y que se presentan en informes para tomar decisiones de seguridad.

Las principales fuentes de información que maneja la seguridad privada son las humanas, aunque los datos puedan ser obtenidos de manera selectiva a través de medios técnicos. El volumen de información que puede llegar a manejar una empresa de seguridad privada para desarrollar con eficiencia un plan de seguridad obliga a trabajar con informaciones útiles y orientadas a acciones muy concretas.

Es importante que las fuentes de información sean lo más numerosas posibles, además de fiables. Una única fuente de información representa para la inteligencia de seguridad privada lo mismo que una opinión. Y una interpretación de unos hechos, como resulta obvio, no puede ser la base de ningún plan de seguridad privada, ni fundamentar las acciones de un operativo.

Agentes e inteligencia

Las principales fuentes de inteligencia física que manejan las empresas de seguridad son, con preferencia, sus propios agentes, los vigilantes de seguridad, cuyo trabajo ordinario es una fuente continua de recogida de datos. Una actitud frente a la realidad que les rodea que forma parte de su cualificación profesional.

En escenarios más complejos o exigentes, las empresas de seguridad incluso elaboran planes para la recogida selectiva de información de inteligencia cuyo destino es un equipo interno que tiene la misión de procesarla y de contrastarla y es el que, al final, elabora un informe de seguridad con el que se dan soluciones a los problemas de seguridad planteados. Un informe de seguridad que puede incluir recomendaciones útiles para el desarrollo de las funciones.

Esas recomendaciones deben llegar a los vigilantes de seguridad de manera discreta, segura, a través de los canales internos de la empresa de seguridad, para ser implementados en las tareas a desarrollar. Tareas que son monitorizadas con regularidad para garantizar que se actualizan las informaciones y que se produce un beneficioso feedback  con el que seguir mejorando la inteligencia.

Como habrá podido deducir las mejores empresas de vigilancia privada son las que gestionan mejor la inteligencia y las que ofrecen mejores garantías para respaldar la vigilancia y la custodia de las empresas. En Tres Punto Uno hacemos de la inteligencia un valor añadido. Cada día.